Virus contra virus: La epidemia del ébola contra la de la desinformación
- Hugo Vázquez
- 3 dic 2024
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 7 dic 2024

El caso del ébola fue una de las mayores emergencias sanitarias de los tiempos modernos, sobre todo, desde que una enfermera española fuese contagiada mientras atendía a dos misioneros españoles. Pero mientras en Europa y Occidente en general nos preocupábamos por Teresa Romero, África estaba cubierta por una nube de desinformación que afectó en especial a los guineanos, liberianos y sierraleoneses. Este caso fue un precedente de las dificultades de la comunicación con la que nos encontraríamos en 2020 con la CoVid-19 Todas las palabras malditas por la información falsa que corrieron por el oeste africano provocaron incluso un mayor número de desgracias y muertes que podrían haber sido evitadas.
Información errónea
La epidemia de ébola de 2014-2016 fue la mayor en la historia de África, y ante la inmediatez del problema hubo una gran preocupación por querer solventarlo con la misma rapidez. Esto llevo a un sinfín de curas y medicaciones falsas que gran parte de la población tomó como verdaderas. Este es el caso de Nigeria, en donde corrió el rumor de los beneficios preventivos de beber agua salada. Muchos incluso quisieron sacar ventaja y vendieron (con éxito) bolsas con agua de mar “bendecida”. Esto provocó la infección de muchos habitantes por distintas bacterias, incluso la muerte de dos personas, según recogió la OMS por deshidratación y fallos renales.
Al igual que este caso, también estaba la creencia del contagio por aire y mucha gente decidía aislarse a la mínima sospecha de contagio en lugar de acudir asistencia profesional.
Desinformación
A partir de la presencia de médicos internacionales en Liberia, se comenzó a popularizar la idea de que las ONGs y gobiernos extranjeros eran los responsables directos del virus e intentaban hacer una limpieza poblacional en África con su propagación. Muchos doctores, incluso africanos, perdieron su prestigio o fueron atacados ya que pensaban que estaban trabajando en esta “matanza vírica” cuando solo realizaban su trabajo diario.Información maliciosa.
Información maliciosa
Pero quizás, el caso más preocupante del uso de mala información en la epidemia del ébola es su uso malintencionado con fines políticos. Este es el caso del diputado de Butembo, Crispin Mbindule Mitono, que difundía firmemente la idea de que el ébola no existía, que de hecho era una maniobra política del gobierno de Kabila para impedir el voto. Cabe destacar la debilidad de la población, que ante la situación de muerte y violencia constante en la que vivían desde hace años, no paraban de preguntarse la presencia de factores políticos y presencia de extranjeros en su país desde hace años. En otro ámbito, cabe destacar la gran variedad de comunidades tribales, con sus propias costumbres y creencias muy religiosas, en las que las decisiones de los jefes toman una importancia superior a los comunicados oficiales.
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