La libertad de prensa bajo amenaza: el regreso de Trump a la Casa Blanca pone en riesgo el futuro del periodismo en los Estados Unidos
- Raúl Blanco
- 8 dic 2024
- 5 Min. de lectura
Actualizado: 9 dic 2024
¿Sabrías distinguir un artículo escrito por ChatGPT de un artículo echo por una persona real? A continuación, se presentan dos artículos sobre el mismo tema: La afectación en términos de libertad de prensa y funcionamiento de los medios de comunicación que supone el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca.
Artículo 1
El reciente triunfo electoral de Donald Trump en las elecciones presidenciales de noviembre de 2024 ha suscitado preocupación sobre las implicaciones para la libertad de prensa en Estados Unidos. Durante su campaña y en su primer discurso tras la victoria, Trump reforzó su retórica contra los medios de comunicación, a los que ha calificado reiteradamente como "enemigos del pueblo" desde su primer mandato. Esta narrativa, sumada a amenazas como la posible revocación de licencias de medios críticos y el uso de demandas por difamación, plantea un panorama hostil para el ejercicio del periodismo en su segundo mandato.
Los antecedentes de su administración anterior, entre 2017 y 2021, incluyen negaciones de acceso a periodistas, como el caso de Jim Acosta de CNN, y ataques directos a investigaciones de medios como The New York Times y The Washington Post. Estos conflictos, aunque impulsaron temporalmente las suscripciones de algunos medios, minaron la credibilidad general de la prensa, un daño que persiste en un contexto donde las noticias locales ya enfrentan dificultades económicas.
En este nuevo escenario, los periodistas no solo enfrentan retos institucionales, sino también un entorno social que ha sido moldeado por años de desconfianza hacia los medios. La polarización política, alimentada en gran parte por la retórica de Trump, ha intensificado los ataques y amenazas contra los profesionales de la información. Según el Comité para la Protección de los Periodistas, el hostigamiento hacia periodistas, especialmente en plataformas digitales, se ha incrementado exponencialmente desde el primer mandato del magnate, afectando su seguridad personal y libertad de trabajo.
Trump ha prometido modificar o bloquear iniciativas clave como la "Press Act", diseñada para proteger a los periodistas frente al espionaje y a las presiones para revelar fuentes. Su oposición a esta ley, junto con su intención de nominar jueces que podrían restringir más la libertad de prensa, refleja un esfuerzo por controlar narrativas que considera adversas. Para expertos, esta actitud no solo pone en riesgo los derechos de los periodistas, sino que también impacta en la calidad de la información disponible para el público.
En sus discursos, el expresidente ha empleado una retórica incendiaria que alimenta un clima de hostilidad hacia los medios. Recientemente, en un mitin, afirmó que “habría que disparar a través de la prensa falsa” si se enfrentara a un intento de asesinato, comentario que sus críticos consideran una incitación a la violencia. Aunque su equipo aclaró que estas palabras fueron malinterpretadas, refuerzan el clima de inseguridad para quienes trabajan en el periodismo.
La polarización política intensificada por Trump plantea un reto adicional. Desde la invasión al Capitolio en enero de 2021, las versiones antagónicas de los hechos han dividido profundamente a la sociedad. Los estrategas de Trump argumentan que los medios tradicionales están desconectados de la realidad del país, mientras que periodistas y defensores de la libertad de prensa alertan sobre los peligros de desinformar o silenciar voces críticas.
Con Trump a punto de retomar el poder, el panorama para los medios estadounidenses es incierto. La prensa deberá enfrentarse a un contexto de vigilancia gubernamental y hostilidad social sin precedentes. En este desafío, proteger la independencia periodística y reconstruir la confianza del público serán tareas cruciales para garantizar que el periodismo siga cumpliendo su rol como pilar de la democracia.
Artículo 2
Donald Trump tomará posesión como nuevo presidente de los Estados Unidos el próximo 20 de enero, después de imponerse a Kamala Harris en los comicios presidenciales del pasado 5 de noviembre. El candidato republicano disfrutará de una segunda etapa al frente del Gobierno de los Estados Unidos tras lograr una imponente victoria sobre la candidatura demócrata, con 312 votos electorales frente a los 226 del partido de Harris. Una cifra ampliamente superior a los 270 miembros que dan acceso a la mayoría absoluta en el Congreso de los Estados Unidos y ligeramente más alta que los 306 votos electorales que logró el republicano en su primer mandato en 2016.
Es precisamente el recuerdo de la primera legislatura de Donald Trump el que provoca el pánico entre los periodistas y profesionales de la información que ejercen su profesión en los Estados Unidos. Y es que la primera etapa del magnate neoyorkino al frente de la Casa Blanca estuvo protagonizada por su pésima y tensa relación con la prensa, coleccionando un extenso listado de acusaciones, disputas, descalificaciones y amenazas contra los medios de comunicación y los periodistas considerados contrarios a su ideario político. En tan solo su primera rueda de prensa como presidente, Trump se negó a escuchar la pregunta de Jim Acosta, reportero de la CNN, por trabajar para un medio de "noticias falsas". Toda una declaración de intenciones de lo que estaba por venir.
Cabe recordar que la anterior Administración de Trump suprimió las ruedas de prensa diarias en la Casa Blanca, una tradición que hasta ese momento se había mantenido durante todo el siglo XXI. Entre marzo de 2019 y enero de 2020 no se llegó a celebrar ninguna rueda de prensa oficial, estableciendo un récord de más de 300 días de apagón informativo. Algo insólito e impensable para el país que para muchos es considerado como la cuna de la democracia moderna. Por si fuera poco, en 2020 el magnate norteamericano intentó recortar la financiación pública a los medios de comunicación en su práctica totalidad. Afortunadamente para la prensa, la medida fue bloqueada por el Congreso estadounidense y no salió adelante.
Donald Trump abandonó la Casa Blanca el 20 de enero de 2021, tras sucumbir ante Biden y el Partido Demócrata en los comicios de finales de 2020 y después del fallido intento de asalto al Capitolio por parte de sus seguidores más radicales. Lejos de calmar las aguas, estos casi cuatro años lejos de la Casa Blanca no han hecho más que alimentar la cruzada de Trump contra los medios de comunicación y los periodistas. De hecho, durante la campaña electoral, el presidente electo de los Estados Unidos afirmó que no le importa si alguien disparaba contra los periodistas.
La contienda electoral que ha llevado a Trump a ser el presidente electo de nuevo ha estado plagada de críticas y amenazas contra los medios de comunicación y los periodistas por parte del político neoyorkino y su equipo más cercano. Entre las distintas medidas que quiere aprobar el nuevo gobierno de Trump figuran la reducción del presupuesto público destinado a financiar medios de comunicación que ya intentó sin éxito en la anterior legislatura, la sustitución de los periodistas de medios tradicionales por reporteros y comunicadores independientes en las ruedas de prensa de la Casa Blanca, así como la limitación y la prohibición de la actividad de los medios dedicados a la verificación y al fact checking.
Además, cabe recordar que Elon Musk formará parte del nuevo equipo de gobierno estadounidense, liderando el Ministerio de Eficiencia Gubernamental. Un Musk que se caracteriza por un enorme afán desregulatorio y por una obsesión casi enfermiza por recortar en recursos humanos y económicos. Su labor en X (antiguo Twitter) desde que adquirió la plataforma deja entrever las formas de proceder que podría aplicar el sudafricano en la administración de los Estados Unidos y que con total seguridad afectarán al sector de los medios de comunicación.
Miguel de Cervantes dijo que "segundas partes nunca fueron buenas". Esta frase se extendió tanto que se acabó transformando en un dicho popular. Ahora, después de la segunda victoria de Trump en las elecciones estadounidenses, parece que lamentablemente este dicho se transformará en una realidad para la libertad de prensa y el ejercicio de la profesión periodística en Estados Unidos. Una realidad tan oscura como cierta.
¿Cual es el artículo que escribió ChatGPT?
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